domingo, 21 de febrero de 2010

Al estimado anónimo.

He recibido una sugerancia en mi último de mis post, donde intenté hacer una reflexión sobre la ley de ADN. En el comentario se adjunta un fragmento de una nota publicada en el diario La Nación, escrita por Luis Majul, donde se denuncia los manejos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández durante la época del golpe de estado. Sin lugar a dudas, las denuncias hechas por Majul, publicadas en su libro El Dueño, una biografía de Néstor Kirchner, son escalofríantes. Unas de las conclusiones que se da el lujo de hacer el periodista es que las políticas de derechos humanos llevadas por el kirchnerismo responden más a un manejo político para con las organizaciones que un interés real generado para resolver nuestro negro pasado.
Todas estas conjeturas no son nuevas. Majul no ha descubierto nada, simplemente lo ha llevado a papel. La pregunta surge sola: ¿Son entonces los avances, juicios y herramientas que se consiguieron un acto fallido? No. Otra a responder es: ¿dónde estaban Majul y compañía hace 10 años cuando el ex presidente compitió por el voto o cuando terminó con un 60 por ciento de imagen positiva? Los medios han sido cómplices silenciosos de ésta información que hoy sale a luz y florece en grandes libros denunciativos. Parecería ser que alguien encontró un cofre oculto en las profundides del océano y está dando a conocer todo.
No se puede comprobar las intenciones del ex mandatario y la actual Presidente. Aunque ni ellos pueden negar su triste pasado. De todas formas, represores, genocidas, y demás artifices de la matanza más cruenta de nuestra historia deben pagar por sus hechos. También de esta forma se quita valor al esfuerzo de Madres, Abuelas y el resto de las organizaciones que recorrieron un camino de persecución, olvido y silencio durante sucesivos gobiernos de turno.
Lejos de defender un modelo de conducción, que siempre se manejo así, lo que intenté explicar en el anterior post fue la idea sanar las heridas y poder mirar de una buena vez hacia adelante. Demasiada carga para treinta años.
Si realmente las políticas de DDHH son un manejo político es un aberración. Tan grande como el que se aprovecha de los lectores para denunciar una década después lo que podría haber escrito desde un comienzo. Políticas de mercado que están impresas en los políticos de hoy y, también, en los perdistas.

Aprovecho este post para declarar en este sitio la baja de charlas políticas panfleteras. El espacio de "Nunca falta alguien que sobra" estará dedicado a la búsqueda de experiencias culturales algo más profundas que las líneas de Majul o quien sea. Siguiendo un dicho de mi abuelo, intentaré volver a las rutas de los grandes pensadores y "no fiarme de la gente de saco y corbata". Espero sepan entender esta vuelta de página. Pero creo que es preferible conocer y debatir los cambios cultuarales, que son, en definitiva, la base de las sociedades que luego votan, generan doctores, abogados e, incluso, hasta periodistas...
Por cierto anónimo... ¿leyó el diario de hoy? Parece ser, que quienes nos gobiernan fueron votados por nosotros... toda una paradoja. ¿Usted cree que la pareja presidencial nos ha utilizado? Si es así, ¿por medio de quién? Cuidado con los Majul que publican en La Nación...

El próximo post estará dedicado a la ausencia.

martes, 19 de enero de 2010

Vacaciones políticas

Harto de estar harto.

Hasta la vuelta.