El poder de la ley de medios o la ley como medio de poder

La Ley de Servicios de Comunicación obtuvo media sanción en Diputados, pero recibió algunas modificaciones con respecto con el proyecto original. En una charla con alumnos de Tea, Mariana Baranchuk, docente de Políticas y Planificación de la Comunicación de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA y asesora en la Dirección Nacional de Supervisión y Evaluación del Comfer y Gustavo Granero, Secretario General de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) presentaron las modificaciones e informaron sobre la situación actual de los medios.
Baranchuk y Granero informaron que el Estado pasará a regular las licencias y concederlas. A su vez, ingresarán nuevos actores al escenario actual. En contraposición a los opositores que denuncian el apuro del Ejecutivo para tratar la ley, Gustavo Granero aclaró que el proyecto se viene discutiendo desde el 2004 con la Coalición por una Radiodifusión Democrática y se realizaron, desde el 1 de marzo, 24 foros en todo el país. "Se recibieron más de 1.200 aportes. Los acordes al proyecto se ingresaron y forman parte del que ya obtuvo media sansión en Diputados", agregó Baranchuk


Pasado, presente y futuro

Los Redonditos de Ricota en su tema "Todo un palo" dicen: "El futuro llegó hace rato". Decirlo hoy, pleno siglo XXI, cuando cada paso del hombre significan 100 de la tecnología, parece de niños. Para completar la frase estaría bien también citar al periodista Eduardo Galeano quién profundiza la filosofía de lo que vendrá: "Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan. Ese lugar es mañana". Indiscutible también.
Sin embargo, en Argentina lo lógico parece (y es) lamentablemente discutible. En pleno avance tecnológico convivimos con una ley de radiodifusión (nótese que no se nombra a los soportes audiovisules) que tiene como último soporte tecnológico el magnetofónico. Además, propone como Autoridad de Aplicación a un presidente y 6 vocales (1 por cada fuerza armada, otro por la servicios de inteligencia, otro para televisión privada y otro por radio privada). A esta ley, la 22.258, el futuro le llegó hace rato.
Para no contradecir lo indiscutible de Galeano, repasemos algunos tips de nuestra historia con los medios:




Creada por la dictadura militar, modificada a favor de los grandes medios de comunicación (el menemato amplió la cantidad de licencias a 24 -cuando en el proyecto original
eran 12-, el ex presidente Néstor Kirchner aprobó la ampliación de las licencias por diez años más y la la fusión de Cablevisión y Multicanal) la ley hace que grupos como Clarín o Vila-Manzano, entre otros, cuenten con el poder de la información.

Se dice que el conflicto con el sector agrario produjo el quiebre entre el Gobierno de los Kirchner y estos grandes oligopolios informáticos. Puede ser, pero cuesta creer que sólo eso haya roto el vínculo entre los viciosos del poder.

De todas formas, el proyecto presentado por la presidente, Cristina Fernández de Kirchner, el 1 de marzo apunta a desarmar este cuadro y reducir el manejo de poder actual de los medios de comunicación. Sin embargo, ha recibido fuertes quejas por parte del Radicalismo, Peronismo disidente y otras yerbas. La centro izquierda apoyó el proyecto.

Con la certeza que el actual panorama solo deteriorizó el plano comunicacional, restará saber si el Gobierno no apunta a lo mismo transformándose en el futuro en el nuevo monstruo. La pelea entre el grupo del muñequito rojo con clarinete y el Gobierno deja esta duda. La aprobación de la ley definirá si lo que se dicutió será el poder de la ley de medios o la ley como medio de poder.

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En el próximo posteo: Los cambios de la ley antes y durante el tratamiento en Diputados y la actualidad de los medios en audios de Baranchuk y Garnero.
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